¿Qué es la franquicia en un seguro?

¿Qué significa franquicia en un seguro ? La franquicia es uno de los conceptos más importantes de una póliza, y también uno de los que más dudas genera. Entender lo que es la franquicia en un seguro y como funciona te ayuda a saber cuánto pagarías realmente en caso de siniestro y a elegir una cobertura que se adapte mejor a tu actividad y a tu presupuesto. Te explicamos.
¿Qué significa “con franquicia” en un seguro?
Franquicia en un seguro : definición
La franquicia es el importe que queda siempre a tu cargo cuando tienes un siniestro cubierto por tu seguro.
Se descuenta de la indemnización: primero se aplica la franquicia y solo el importe restante lo paga la aseguradora. Si el coste del siniestro es igual o menor que la franquicia, no hay reembolso.
¿Por qué hay una franquicia en un seguro?
La franquicia sirve principalmente para:
- Reducir el fraude y los abusos: como siempre asumes una parte del coste, se desincentivan reclamaciones poco justificadas o importes inflados.
- Responsabilizar al asegurado y favorecer la prevención: al saber que tendrás un gasto mínimo en cada siniestro, tiendes a ser más cuidadoso y a evitar incidentes pequeños o repetidos, lo que ayuda a mantener el seguro sostenible.
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¿A qué corresponde la franquicia en un contrato de seguro?
En un contrato de seguro para empresa suelen indicarse 3 importes clave :
- La prima es el precio que pagas para mantener la cobertura activa.
- El límite de indemnización fija el importe máximo que la aseguradora puede abonar en caso de siniestro.
- La franquicia define la parte del siniestro que permanece siempre a tu cargo.
En términos operativos, la franquicia se aplica como una deducción: cuando se evalúa el daño, la aseguradora resta la franquicia y solo indemniza la cantidad restante. Si el coste del siniestro no supera la franquicia, no hay indemnización.
👉 Por ejemplo, con una franquicia de 300 €, si el siniestro se valora en 250 €, asumirás todo el coste del siniestro (250 €) y no recibirás reembolso. En cambio, si el siniestro se valora en 800 €, la aseguradora te indemnizará con 500 €, es decir, 800 € menos 300 € de franquicia.
💡 Entonces no solo hay que fijarse en el precio del seguro de responsabilidad civil (o de cualquier otro), sino también en la franquicia y en el límite de indemnización.
¿Comó se determina el importe de la franquicia?
El importe de la franquicia puede establecerse de 2 formas, según el tipo de contrato :
- La aseguradora fija una franquicia estándar en función del riesgo, de la actividad y de las garantías contratadas.
- La franquicia es ajustable, y puedes modificarla desde tu espacio de asegurado o solicitándolo a tu asesor, dentro de los límites previstos por la póliza.
Existe una relación directa entre franquicia y prima: cuanto más baja es la franquicia, más alta suele ser la prima. Con una franquicia baja, el seguro empieza a indemnizar antes y asume una parte mayor del coste de cada siniestro, incluidos los de importe reducido.
👋 En Orus, puedes elegir una franquicia de 300 € o 600 €. Para algunas actividades, también puedes optar por una franquicia de 0 €: cada siniestro se indemniza desde el primer euro.
¿Cómo afecta la franquicia a la indemnización en caso de siniestro?
La franquicia influye directamente en tu indemnización porque se aplica como una deducción.
Cuando el siniestro está cubierto y se valora el daño, la aseguradora resta la franquicia y te paga el resto, dentro de los límites de tu póliza.
- Si el siniestro cuesta menos o lo mismo que la franquicia, no cobras nada y lo pagas tú.
- Si el siniestro cuesta más que la franquicia, cobras la diferencia.
La elección del importe es clave y debe reflejar los riesgos de tu actividad.
Si puedes tener siniestros frecuentes y de bajo coste, suele convenirte una franquicia baja, porque así evitas que pequeños incidentes queden siempre a tu cargo.
👉 Por ejemplo: si ofreces servicios como fotógrafo y cuentas con un seguro de responsabilidad civil para fotógrafos, puedes enfrentarte a reclamaciones recurrentes pero de importe reducido, como pequeños errores en la entrega, retrasos o incidencias menores en la prestación del servicio. En estos casos, una franquicia baja permite que el seguro empiece a cubrir antes este tipo de reclamaciones.
En cambio, si tus siniestros son poco frecuentes pero caros, una franquicia más alta puede ser una buena opción para pagar una prima más baja y seguir bien cubierto en caso de un siniestro importante.
👉 Por ejemplo: si realizas trabajos de reforma y contratas un seguro de reformas, y una vez entregada la obra una instalación defectuosa provoca un daño de 20.000 € a un tercero, estaríamos ante un siniestro poco frecuente pero de alto impacto. En ese caso, una franquicia alta puede tener más sentido: te permite pagar una prima más baja mientras sigues bien protegido frente a incidentes graves relacionados con trabajos ya entregados.
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